En mi último lote de NEIPA decidí carbonatar naturalmente 4 litros de la cerveza antes de agregarla al barril, con la intención de enviar las botellas a un concurso y evitar oxidación ya que no tengo el equipo para embotellar desde el barril.
La versión con carbonatación forzada estuvo lista para consumir en dos días, y se mantuvo turbia por unas dos semanas. Al cabo del tiempo las partículas en suspensión cayeron al fondo y la cerveza tomó un color más oscuro con apariencia translúcida.