Las cervezas IPA son bien únicas, pues mezclan todo el cuerpo rostizado de las maltas oscuras y el sabor frutal de la alta cantidad de lúpulo de una IPA.
Sin embargo, hacer una IPA negra no es tan sencillo como parece, sobre todo porque las maltas rostizadas tienden a opacar el sabor del lúpulo. Mi primer intento de una IPA de este estilo me resultó en una stout más amarga de lo normal, pero no lo suficiente como para catalogarla como IPA.